Diseño de prototipo de aplicación de café para la app «Casual Coffee», con el que el cliente tiene que ser capaz de registrarse «in App» y posteriormente solicitar un café para domicilio o recoger en su cafetería más cercana.
Nos acercamos a este diseño con un estilo moderno, minimalista, que trata de hacer uso de los colores corporativos de la marca.
Proceso de investigación
Para este proceso, tratamos de investigar diferentes tipos de apps y marcas que había en el mercado. Apps de delivery como globo o just eat, de pedidos como McDonalds, y otras empresas. Aparte de realizar una gran investigación sobre la experiencia del usuario a la hora de pedir un producto, qué necesidades podía tener, y como podiamos cubrirlas.
Durante este proceso, establecimos diferentes aspectos y funciones que debía reflejar la app. Entre ellas, funciones básicas que ayudan a la agilización de petición de un pedido y confianza como «Cuanto cuesta un producto», «Cuanto tarda en estar preparado», «Qué cafés hay cerca de él» y «Su historial de compras».
Diseño final de la app
Como hemos comentado al inicio, esta app trata con un diseño sencillo, minimalista, y sobretodo muy visual, de manera que el cliente pueda entender qué quiere con solo un vistazo. Podemos ver cómo para un producto, podemos elegir si queremos más leche, azucar, o su tamaño con iconos que acompañan la cantidad con la que se pide, y que automáticamente se ve reflejado en el precio. Gracias a este aspecto tan visual es que el cliente puede identificar rápidamente si su pedido está listo, si se encuentra en proceso, cuando se realizó su pedido, y cuantos productos pidió en cada pedido.
Hablando de los colores, en este caso se hizo uso de 2 colores básicos principalmente. El amarillo y el celeste, ya que era el color primario de la marca, lo que se identificaba, y el color complementario, que creaba un buen contraste en situaciones determinadas.
Para la tipografía se usó una tipo de palo seco, pensando en que iba a ser visualizada en móviles con pantallas pequeñas, y que una tipografía moderna y de palo seco era lo ideal para evitar problemas de lectura.